Uno de los factores esenciales para actuar en forma acertada frente a un problema, tanto en el ámbito privado como público, es buscar diferentes alternativas de solución a problemas, estratégicos en el ámbito privado o de carácter social en el ámbito público y escoger la mejor de ellas. Para lograrlo, no es posible guiarse sólo por capacidades intuitivas o simples experiencias, sino que es indispensable apoyarse en una metodología adecuada. Un buen análisis debe, en primer lugar, estudiar el problema, identificando sus causas y consecuencias, para proponer alternativas de solución que resuelvan efectivamente el problema. En segundo lugar, es necesario evaluar cada alternativa de solución para elegir la mejor en términos de los beneficios que genera respecto a los costos en que es necesario incurrir para concretarla.

Además, la evaluación nos permite comparar entre proyectos, lo que permite jerarquizar, de modo que ante un presupuesto limitado se tiene una ayuda a la toma de decisiones sobre cuál proyecto hacer primero o cual postergar.

En general, un proyecto será conveniente para la sociedad, si los beneficios que generará son mayores que los costos en que se debe incurrir para realizarlo. Sin embargo, muchas veces es difícil identificar todos los beneficios de un proyecto y más difícil puede ser la valoración de los beneficios. Más aún, la incertidumbre asociada a eventos futuros complica la certera estimación de costos y beneficios.

Las metodologías facilitan la búsqueda de alternativas de solución a problemas y la correcta formulación de proyectos de inversión, así como la evaluación de las alternativas que se identifiquen.

Un proyecto no es más ni menos que la búsqueda de una solución inteligente al planteamiento de problema que tiende a resolver, entre tantas, una necesidad humana.

Los desafíos, la competitividad, los cambios tecnológicos, económicos, de mercado, legales, etc., que se producen hoy en día en el medio ambiente y la competitividad global, hacen más compleja la tarea administrativa, pero a su vez una oportunidad de crecimiento personal y profesional. De esta manera se ve la necesidad de preparar tecnólogos con desarrollo empresarial con énfasis en el cambio y el mejoramiento gerencial dando respuesta a las necesidades de desarrollo del país, por medio de la generación de ideas y propuestas que permitan formular y evaluar estratégicamente.